Deja de cazar Dacias. Ve a por el Mercedes.
Por qué seguir el ratio más famoso del mundo es la forma más rápida de perder dinero
El mundo está lleno de “talibanes”.
Y en Twitter, más.
Lleno.
Petado.
A rebosar.
Y es que la gente se pone a leer libros y a hacer 4 cursos de inversión, y se creen todo a pies juntillas. No cuestionan nada de lo que se les dice.
Y claro, luego vienen los llantos.
Pero como a mi me gusta eso de meterme en fregados, hoy vamos a levantar ampollas.
Y para eso vamos a hablar de uno de los ratios más utilizados en el mundo de la inversión: El PER.
O P/E ratio si eres de los que dicen “call” o “deadline”.
Tanto si estás empezando a invertir, como si ya llevas tiempo en esto, estoy seguro de que has oído hablar de estas siglas.
Aún así, por si no lo conoces, el PER es simplemente el resultado de dividir el precio de las acciones entre el beneficio por acción, o BPA.
En principio, si te da un resultado muy alto, como puede ser más de 30 o 40, la empresa está cara y no hay que comprar, o hay que vender. Y por otro lado, si el PER es muy bajo, como 8 o 10, la empresa probablemente esté muy barata, y haya que comprar.
¿Y tú te lo crees?
Bueno, antes de meterme de lleno con ello, imagina esto:
Estás en tu casa.
Es sábado por la noche.
Tu mujer está en la cama, pero tú no te puedes dormir.
Te vas al ordenador. Coges tu taza de Darth Vader con leche calentita, y empiezas a ver en qué empresas vas a meter el dinero esta semana.
Te metes en Investing, y comienzas a ver ratios de algunas compañías:
“Meta ha corregido…pero joder, está a PER 37.
“A ver esta otra. Microsoft. A ver, a veer…Cagoentó. PER 38. Demasiado cara”
“¿Y qué tal esta otra? 3M…Buas, esta sí que tiene buena pinta. Empresón, dividend king, dividendo creciente con una rentabilidad del 3.5%, y un PER de 20 veces. Parece que comienza a estar en rangos normales de PER, y además después de una bajada del 34% en el precio. El PER ha pasado de 30 a 20 veces. Me hace ojitos.
Venga, ¡mañana compro!”
Y compras.
Le das al botón y te vas a dormir sintiéndote el jodido Warren Buffett de tu barrio.
Pero pasa un mes. El PER ahora es de 16.
“Genial”, te dices. “Menuda oportunidad más cojonuda para comprar más barato”.
Y promedias a la baja, doblando la apuesta. Con dos cojones.
Pero la cosa no remonta. Ahora el PER es de 14.
La sonrisilla del sábado por la noche ya no está. Empiezas a abrir la app del bróker más de lo que deberías.
"Es una inversión a largo plazo", te repites como si no hubiera un mañana. Pero el nudo en el estómago te dice otra cosa.
Y entonces… PER 10.
Ya no entras al bróker una vez al día. Lo miras cada hora. Cada notificación del móvil te da un vuelco al corazón, esperando que no sea otra alerta de precio. El color rojo de tu cartera te quema las retinas.
PER 8.
Dejas de hablar de inversiones con tus amigos. Cuando tu mujer te pregunta qué tal van las acciones, tú murmuras por lo bajini "bien, bien, pero vamos a largo plazo ¿recuerdas?", mientras sientes cómo te revuelves por dentro.
PER 5.
Tienes tantos retortijones que no te separas de tu amigo Roca.
Ese "chollo" que compraste, esa "oportunidad de oro", se ha convertido en un agujero negro que se ha tragado un 46% de tu dinero.
El dinero de las vacaciones. De la entrada del coche. O simplemente y llanamente, tu orgullo.
Esto no me lo he inventado. Esto no es una simple historia para acojonarte o para apoyarme en ella.
Esto mismo le pasó a uno de mis mejores amigos, y los datos son 100% reales.
Esta caída le sucedió a 3M desde agosto de 2020 a febrero de 2024. Mientras tanto, Meta y Microsoft subieron un +75% y un +88% respectivamente.
José compró barato y se arruinó. Otros compraron caro y se forraron.
Pero, ¿Cómo es posible? Si a ti te habían dicho que había que comprar barato y vender caro.
Y es que ¿sabes qué?
Que contrariamente a las creencias de la mayoría de inversores, el PER no es tan relevante y tiene poco que ver con el hecho de que una empresa deba comprarse o no.
Oy oy oy, pero ¿qué estoy diciendo?
¡BLASFEMIA!
Bueno, déjame decirte que mucho, muchísimo más importante que el PER es el aumento porcentual en los beneficios por acción y el flujo de caja por acción.
Es más, fíjate en esto.
¿Lo has visto? Las cosas no pasan por casualidad.
El beneficio por acción de Meta subió en 4 años un 141%, y el flujo de caja por acción todavía más, un 159%, lo que indica una gestión espectacular por parte de nuestro amigo Mark.
En cambio, en 3M el beneficio por acción cayó un -19%, y el flujo de caja por acción, ojito, casi un -90%.
De locos.
Pero eh, era una ganga.
Ya ves que decir que una empresa está infravalorada porque tiene un PER bajo o porque está en el PER más bajo de los últimos 15 años, puede ser una tontería bastante grande.
De hecho, por lo general, suelen haber buenas razones por las que el PER está bajo, y no hay ninguna norma que impida que una acción que se vende a un PER de 7 u 8 veces, baje y se venda a 3 o 4 veces beneficios..
Al final, el PER es simplemente un efecto final de la aceleración de los beneficios que, a su vez, atraen a grandes compradores, como fondos de inversión, haciendo que el precio suba como la espuma.
Es más, aquí tienes un consejo de perro viejo: Si estás en un mercado alcista, no ignores las acciones de una empresa solo porque su PER parece demasiado alto. Podría sacarla del estadio. Y por supuesto, nunca compres una acción sólo porque el PER parezca una ganga.
Ah, y no solo eso.
Otro uso incorrecto del PER, tanto por profesionales como por inversores minoristas, es evaluar las empresas de un sector y concluir que la que se vende con el PER más bajo está infravalorada y, por tanto, es la que hay que comprar.
Pues no.
La realidad es que el PER más bajo, generalmente, lo tiene la empresa con el historial de flujo de caja y beneficios más espantoso.
No puedes comprar un Mercedes a precio de Dacia Sandero, al igual que no puedes comprar una casa frente al mar por el mismo precio que un terreno que es un secarral 10 km tierra adentro.
Todo se vende por lo que vale en ese momento por la ley de la oferta y la demanda.
Eso sí, todo sea dicho. Las acciones con un PER elevado serán más volátiles, especialmente si son tecnológicas, pero si el precio y PER de una empresa cambian en un período corto de tiempo, es porque las condiciones, la psicología y los beneficios han seguido mejorando, o han comenzado a deteriorarse.
Así que la próxima vez que te encuentres con un "talibán" del PER bajo, sonríe por dentro.
Tú ya no eres uno de ellos.
Tú ahora sabes qué mirar de verdad.
Y mientras ellos siguen cazando Dacias, tú estarás comprando Mercedes. O mejor aún, cohetes.
Aunque de encontrarlos ya hablaremos otro día.
Un abrazote y buena inversión.
PD.: La tabla está hecha con la IA de la plataforma de Investing, la cual es una jodida pasada. Lo uso todos los días y es espectacular.
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